Don Carlos
Carlitos, para los amigos
Hace 2 o 3 años conocí Carlitos y, a partir de ahí, vuelvo cada 2 o 3 meses a comer con amigos. No voy más seguido porque queda lejos y porque me hace mal a la salud, es que en esta esquina frente a la cancha de Boca rige el "sistema Carlitos": reservás, llegás, estacionás en la puerta (hay cuidador del lugar), te sentás y Carlitos te va trayendo platos hasta que no puedas respirar. Existe también una carta pero, si sos de buen comer, vas a terminar pagando más caro. Nadie pide a la carta y él no te lo recomienda, tal vez porque lo que va sirviendo con su sistema, es lo que está recién salido del horno.
Les puedo asegurar que es así. Eso es lo mejor de Carlitos. Todo lo que te trae a la mesa, está recién hecho. Excepto las entradas frías, que obviamente se preparan antes, las pastas vienen humeando, las croquetas crocantes y las carnes perfectamente selladas y jugosas. Para hacer esta reseña un poco más divertida y diferente, a continuación, todo lo que pasó por nuestra mesa:
Ajíes en vinagre, con un toque de ajo, perfectos.
Tomates secos caseros, berenjenas en escabeche y boconccinos, todo inmejorable.
Mayonesa de atún.
Porción de pizza canchera con aceitunas negras.
Buñuelos de acelga, muy suaves para mí gusto, un poco sosos.
Croquetas de papa y queso, riquísimas.
Guiso de lentejas con pollo, una fiesta.
Bife angosto. Como todo lo que sale de la parrilla en Carlitos: Jugoso, tierno y con buen sabor. Probablemente de lo mejor en parrilla de Buenos Aires.
Pizza de muzzarella, muy buena.
Solomillo de cerdo, tiernísimo.
Papas fritas, como en casa, recién cortadas y cocinadas.
Sorrentinos de ricota, espinaca y queso fresco, con salsa, imperdibles. (Esta vez no nos trajeron los famosos "rotolos", la pasta de espinaca con forma de espiral más rica del lugar)
Albondigas, suaves, buenísimas.
Milanesas de peceto. Para mí es el punto más flojo. No son malas pero, teniendo en cuenta lo espectacular que es todo lo demás, podrían mejorar.
Bife de chorizo, perfecto.
No soy muy fanático del tiramisú. Estaba bien, como la mayoría de los tiramisú que probé alguna vez.
Sfogliatella Napoletana, recién salida del horno y rellena con crema pastelera caliente, tal vez una de las facturas más ricas que vas a probar en tu vida.
Flan, cumple.
Mousse de chocolate blanco con crema y salsa de chocolate.
Hija, Carlitos, Esposa y yo, un día que vinieron a Loreto.
Cuesta $135 (no incluye bebida). El número perfecto para ir a comer a Carlitos es 3 personas. Siendo 2 no van a poder probar muchas cosas y siendo 4 o más tal vez, para mí, en una de esas... no te den lo mejor. Queda en Brandsen 699 y es uno de mis restaurantes preferidos de Buenos Aires. Si van a cenar, ese día no almuerzen. Disfrutenló.
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