Comida peruana que no falla

Contigo Perú

En una oscura, sucia y semi-vacía calle cerrada del barrio chino de Belgrano, se encuentra Contigo Perú: un restaurant tipo comedor con capacidad para unos 200 cubiertos, atendido por mozos -en su mayoría- peruanos, decorado con objetos típicos de ese país, pero con mal gusto, con ganas de ser moderno, pero ordinario. Los fines de semana se llena y el ruido que se genera en el ambiente es aún más grave que el de Kansas y que el de cualquier otro lado. Además, salís con olor a comida en la ropa.

Claramente comencé por la parte mala. La comida de Contigo Perú me encanta. Hace varios años solía pedir delivery, pero dejaron de hacer envíos por los continuos asaltos a los chicos de la moto. Esta última vez fuimos 3. Te atienden rápido. La carta tiene fotos de casi todos los platos, eso está piola para los que no conocen mucho de nombres peruanos. La bebida la traen helada. Cuando llegás, te sirven pan con una salsa picante cremosa muy rica. Como entrada, pedimos papas huancaína ($30): un plato típico peruano con papa hervida fría bañada en una salsa a base de ají amarillo y queso, con un poco de huevo y aceitunas negras. Es algo muy básico pero rico, me hace acordar a la comida de comedor de colegio y la navidad. 

Como principal, uno de mis amigos pidió ceviche de lenguado y langostinos ($80) que estaba 10 puntos. El pescado fresco y de textura perfecta con leche de tigre riquísima, cilantro, cebolla morada, acompañado con cancha (como un pochoclo pero al revés, con lo blanco adentro, típico peruano), papa y batata hervida. Nada que envidiarle a los ceviches de los restaurant fusión Japón-Perú de moda. En este plato vino un pelo. La primera vez que me pasa en ese lugar.

Otro de mis amigos, de fondo, pidió un pescado a lo macho ($50), que no le saqué foto pero es otro típico plato que, a mí en particular, no me copa mucho: filet de pescado blanco, mariscos y cebolla, en sus salsa a base de ají amarillo y vino blanco. Viene acompañado con arroz como la mayoría de los platos principales.

Yo pedí lo de siempre: lomo saltado. Es mi plato preferido de Contigo Perú, y uno de mis favoritos de Buenos Aires. Es simple pero con un sabor inigualable. No se si es el achiote (especie típica que aporta color rojizo y algo de sabor) o qué, pero nunca lo pude reproducir en casa. También lo probé en lugares como Primavera Trujillana y Sipan y no eran tan buenos como este. Es un salteado de carne (se llama lomo pero no es lomo, sino nalga o cuadril) con cebolla, tomate, cebolla de verdeo, papas fritas (sí, papas fritas), salsa de soja, entre otras cosas, acompañado con arroz peruano. Es fresco y muy sabroso. Además es baratísimo, cuesta $35 y es una porción grande.

Esta vez no lo pedimos porque ya era mucho, pero la jalea de pescado y mariscos es otro de los clásicos más ricos de Contigo Perú: una montaña de pescados tempura fritos, con cebolla morada finita y limón, ideal para mojarlos en la salsa picante cremosa suave que te traen con el pan.

Casi no queda lugar para el postre, pero el suspiro limeño ($25) de aca es chiquito y un obligado para terminar de quedar de cama, pedilo junto a la cuenta así te vas lo más rápido posible de todo ese bullicio y olor a comida, a descansar los sentidos a la calle.

Contigo Perú queda en Echeverría 1627 (entre Montañeses y la vía) y abre de lunes a sábados, mediodía y noche. Acordate de ir temprano (o tarde) si es fin de semana, para tener lugar.

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