martes, 15 de mayo de 2012

¡Estás igual!

The Embers

El domingo al mediodía fuimos con un amigo a comer a Diembers, así lo llamaba yo cuando tenía 13 años de edad y le insistía a mi papá para ir a tomar licuados, comer hamburguesas sentado en hamacas y -lo que más me divertía- pedirle cerezas confitadas pinchadas con banderitas de diferentes países al señor que servía los postres. Hoy The Embers sigue siendo el mismo que hace 10 años, de hecho casi no se hicieron modificaciones al lugar, siguen estando las dos mesas con 4 hamacas individuales cada una, las dos mesas largas comunitarias coloridas, el salón de abajo (nunca me gustó, tal vez por la poca luz) y las mesas de la vereda.


La atención es rápida y súper estructurada. Te atienden, le cantan la bebida al sector de bebidas, la comida al sector de cocina y a los -máximo- 10 minutos estás comiendo. La "Papa The Embers" es, junto a los aros de cebolla, lo mejor del restaurant: dos papas grandes horneadas, rellenas de mucho Mendicrim, lluvia de panceta crocante, queso rallado y ciboulette. Los aros de cebolla están hechos de cebollas bien dulces, el rebozado es perfecto, y tienen el punto justo de cocción. A mi me encanta combinarlas con chucrut; le tenés que pedir al mozo y te trae un platito colmado de repollo avinagrado, muy parecido a el "Los Montes", mi marca preferida del supermercado.


La hamburguesa es muy rica. Pero no es la mejor hamburguesa de Buenos Aires. Es chica, el medallón de carne es sabroso, pero mini. ¿Es mejor que la de Kansas? Sí. ¿Mejor que el Big Mac? Ninguna es mejor que el Big Mac, más saludable y natural seguro.





De postre, el clásico de The Embers: La Banana Split, tres bochas de helado (de frutilla, americana y chocolate) atajadas por dos mitades de banana, todo cubierto por salsa de chocolate, nueces, cerezas confitadas y galletitas de oblea. Si fuiste en auto y comiste lo mismo que nosotros dos, date una vuelta manzana caminando antes de subir a manejar.


Lo había dejado en el olvido, principalmente porque queda lejos. Ahora que constaté que sigue siendo tan bueno como antes, voy a volver más seguido. The Embers queda en el barrio de Acassusso, en Av. Del Libertador 14638. Comiendo como cerdos, cuesta $100 por persona. 




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